Siento la mirada del destino en el alma, y sufro los puñales de la incertidumbre por no saber hacia donde dirigir mis pasos en éste camino de escarcha.Abro fuego hacia la lluvia, a cada gota que osa caer sobre mi mundo, a cada mano que intenta reparar la tela rota de mi vida, a cada beso que intenta curar mi agonía. Porque solo quiero ser conmigo misma, quiero pensar, más allá de éste mundo, quiero ser más que un ser humano, quiero ser errante por los parajes de la eternidad y los jamases de la historia, dejadme ser con las ideas el auriga que las contemple.
No abras fuego contra mí. Aunque, aun así, siempre estaré en el trazado de tu destino.
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