Las vistas al mar me conmueven, sobre todo si en las noches se reflejan en él las estrellas, el sonido arrullador de las olas se mezcla con la brisa suave y cálida de las velas, tú me susurras suavemente al oído y no llego a escucharlo, imagino palabras bonitas, cristales de dulce filo se rompen y me lastiman la vida. El mar se convierte en fuego, tus palabras en ira, tus manos me desvelan la mentira.
Miro a lo lejos, el océano no vacila y se ensancha a ambos lados de mi vista. Hacia donde ir lo decidirán el viento y la brisa.
Y las velas se izan y se tersan ante la tempestad, pero no se rompen. Así demuestran su valía.

Bonita foto, te habrá costado encontrarla.
ResponderEliminarMucho.
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