Fotografía de David Fernández Sancho
Gracias a todos, gracias a ti, a tus besos, a tus caricias y a tu apoyo, mis lágrimas no han rodado demasiado. Gracias a ella, que conmigo y dulce chocolate me ha hecho reír como solo ella puede, gracias a todos, por haber estado a mi lado en la tempestad que ha azotado mi vida, gracias por haber sido barco en la tormenta y porque a vuestro lado será solo una lluvia pasajera. Gracias por haberme acompañado siempre, por haber hecho de mí, alguien con la suerte de poder contar con sus amigos.
Sinceramente, gracias.
lunes, 25 de abril de 2011
lunes, 11 de abril de 2011
Restos de una tarde pensando.
Utilicemos la poesía como arma,
pongamos una bala en cada verso,
cantemos sus rimas,
y cantando disparemos.
pongamos una bala en cada verso,
cantemos sus rimas,
y cantando disparemos.
lunes, 4 de abril de 2011
Maldita sea ¡te quiero!
Me hago un ovillo en la esquina de mi cama, como queriendo que las paredes me engullan, he revuelto todas las sábanas y solo queda al alcance de la mano la manta que tantas noches ha llorado conmigo. La agarro con brusquedad y la estrello de nuevo contra el colchón, con el odio comprimido, con lo que será el maldito ardor del olvido, el horror de la incertidumbre y el olor de la camiseta que posiblemente haya dormido contigo, hoy odio todo lo que me rodea, hoy hago mella en mi destino, hoy me pertenece la vida que tanto ha jugado conmigo.
Escondo la cara entre las rodillas y dejo de nuevo libres las lágrimas, las malditas lágrimas que hacen siempre del muro de piedra, frágil escarcha de un lago derretido, por ese sol que no calienta, por esos rayos furtivos que se escapan de las rejas de la efímera existencia y brillan con la espléndida luz de algo vivo, porque estoy viva, porque sueño, porque recuerdo, porque me abandono por las noches al olvido, sé que no defraudaré al destino y pasaré por encima de sus vallas, surcando mi propio camino. Sin ti, o contigo.
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