miércoles, 16 de marzo de 2011

Paranoia

Vuelta al abismo, con sus ojos verdes, con su mirada perdida, con sus labios tan rojos, tan perfecta y tan rota, tan altiva y tan poca cosa, vuelve al abismo con sus manos al frente, observándolas atentamente tan limpias y tan blancas, como la nieve del bosque se posa sobre las ondas que provoca la piedra al caer al rio. Se cae su cuerpo y se moja, se hunde y desciende sin queja y sin oposición al fondo de las aguas, donde suavemente se posa.

Pray for Japan

 Ahora, creyentes del mundo, ahora, ya que no pueden hacer otra cosa recen a su dios, recen porque ninguna catrastofe más ocurra en Japón.
Esta situación me supera, no poder hacer nada, salir de clase esta última semana con la esperanza de llegar a casa, poner las noticias y solamente escuchar un: "Situación controlada en la planta nuclear de Fukushima", esa sensación de impotencia tan perfecta que me invade y quema mi corazón, partido en trocitos de fe en algún Dios en el que no creo, algún Dios que escuche mis ruegos, esos que nunca susurro, esos que se me antojan tan vanos, tan sin sentido, los que hoy rebolotean en mi cabeza y se aferran a la idea de que son válidos. Alguna parte desconocida de mí se mantiene firme ante la posibilidad de que mis pensamientos lleguen a ese país desolado, al que adoro, y por mínimo que sea, sirvan de algo.
No puedo hacer más, y rezaré por Japón, hasta que no quede rastro del desastre que ha arrasado ese país, y a mí alma con su historia.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Fracaso

Un lugar tan enorme para tan pequeños pasos, no llegarás nunca al final, eso le decían, no llegarás a la meta, no serás nadie por el camino ni volverás a tu infancia tan tierna, serás por siempre condenada a vivir en el más cruel anonimato, en la más inhóspita selva, en el mayor espacio en blanco sobre un fondo liso y triste, dibujando formas agónicas y simples.