Señalas sin piedad mi muerte,
Como señalan las agujas del reloj
Al verte y sin mirarte,
A las doce orillas de los doce ríos.
De ríos hechos a base
De no tenerte
Y de áridos días de tu ausencia.
Y de tus besos a esos labios
Que no eran los míos,
Y de labios rotos de no besarte,
De ojos que esperan verte acercarte,
Y de los que gritan auxilio.
Y si alzo la vista
Veo al cielo caerse
Hasta que el horizonte le abraza
Allá por la muerte.
Solo la lluvia una el cielo
Y la tierra, eternos enamorados
Apesadumbrados de solo poder verse
Y no tocarse,
Y solo mis lágrimas se derraman,
Por las almas que se destruyen
Y se doblan, por el amor que se calla,
Y que destroza.
Siempre señalas mi muerte,
Y me matas, y me quemas,
Y me ahogas y me hieres,
Y me arrastras
Al río de las pesadillas
En las que vuelvo a perderte.
Y a cada segundo las agujas,
Y a cada segundo las agujas,
Me acercan más y más la muerte,
A la que aprecio más que la vida misma,
Que no me deja tenerte.
Y me muero, y no haces nada,
Me contemplas en mi infierno,
Como al alba en la mañana,
Tan hermoso recuerdo,
Que todas las tardes se destruye,
Que todas las noches anhelo.
Y en tu aliento de olvido
He de bajar la mirada,
He de besar tu recuerdo,
Por no poder besar tu cara,
Por no besar tus labios
¡Me muero, se muere mi alma!
De verte caminar solo,
Me duelen a mí las piernas,
De ver como tus lágrimas lloran
Hacia adentro, hacia el cristal
De la ventana, se escapan
De mis ojos gotas ensangrentadas,
Por que no llores solo,
Porque no llores nada.
Déjame al menos ser tu amiga del alma,
Déjame ser la calma en tus tormentos,
Cógeme la mano fuerte,
Y arráncame cada suspiro
Haciéndolo volar junto al viento.
Como arde la libertad bajo mis pasos
Como se va el tiempo,
Y el aire que me has robado sin quererlo.
Y mientras tanto
Mi piel se consume,
Al ritmo que va quemando
El cigarrillo en tu boca,
Al compás de la tormenta,
Que mueve lágrimas y solloza.
Y suplica una palabra,
Una sonrisa que salga de tu boca,
Un cruce de miradas fortuitas,
Un segundo que aplaque el silencio.
Que los lobos que encontremos
En el camino no sean más
Que las pesadillas de nuestros sueños
No sean más que hojas que cortan el viento
Y canciones rotas por el llanto de mis adentros.
Y los días solo eran una excusa
Para vislumbrar el tiempo,
Las horas, solo una invención
Para desgranar los momentos.
Dee Dee
ResponderEliminar"Quiero amor o la muerte"
Me ha gustado mucho este poema, sobre todo los primeros versos. tienes sensibilidad romántica, en el buen sentido (creo que ya te lo he dicho alguna vez) Magnífica poesía¡¡